Llegamos al capítulo 6 del libro Esencialismo de Greg McKeown para centrarnos en un nuevo modo de explorar nuestro entorno: Mira. Si en el capítulo anterior Greg nos proponía escaparnos para dar rienda suelta a nuestros pensamientos, en este nos propone mirar más allá de lo evidente para captar la esencia real de las cosas.
Como ya va siendo habitual a lo largo del libro, el autor va encadenando ejemplos y permitiendo que hablen por sí mismos.
El encabezado: capta la esencia real de las cosas
En este caso comenzamos con un breve relato sobre la escritora Nora Ephron, más conocida por películas como Silkwood, Algo para recordar, o Cuando Harry encontró a Sally, todas ellas nominadas a un premio de la academia. Un ingrediente fundamental del éxito de Ephron guarda relación con su capacidad para capturar la esencia de una historia, habilidad que perfeccionó en los comienzos de su carrera como periodista.
El primer día que asistió a sus clases de Introducción al periodismo, impartida por Charlie O. Simms, fue sumamente revelador para ella. La clase dio comienzo y Charlie introdujo el concepto de “encabezado”. Explicó que un encabezado contiene el porqué, qué, cuándo y quién del texto. A continuación, les encomendó la labor de escribir un encabezado para una historia dirigida al periódico de estudiantes del centro, y comenzó a desarrollarla: “Kenneth L. Peters, el director de la Preparatoria Beverly Hills, anunció hoy que todos los profesores de la preparatoria viajarían a Sacramento el próximo jueves para un coloquio sobre nuevos métodos de enseñanza. Entre los conferencistas estaría la antropóloga Margaret Mead, el decano Robert Maynard Hutchins y el gobernador de California, Edmunt Pat Brown.”
Todos los estudiantes aporreaban sus máquinas de escribir, y al cabo de un momento entregaron sus encabezados. “Margaret Mead, Maynard Hutchins y el gobernador Brown hablarán a los docentes sobre…”, “El próximo jueves, los docentes de la preparatoria…”. Simms revisó los encabezados y los dejó a un lado. “Todos están mal. El encabezado de la historia, es que el jueves no habrá clases.”
No nos centramos en lo esencial por defecto, hay que mirar más allá
Este ejercicio fue revelador para Ephron. Se dio cuenta de que no bastaba con enumerar los hechos; era necesario entenderlos y captar la esencia. En todo conjunto de hechos se esconde algo esencial.
¿Dónde está el conocimiento que hemos perdido en la información? — T. S. Eliot
Detenernos un momento y tratar de centrarnos en lo esencial es algo que no hacemos por defecto. El 29 de diciembre de 1972, el vuelo 401 de Eastern Air Lines se estrelló en los Everglades de Florida, ocasionando la muerte de más de 100 pasajeros. Las investigaciones posteriores dieron como resultado que el accidente no fue consecuencia de un fallo mecánico, como se pensó inicialmente, sino que fue un fallo humano.
El avión se estaba preparando para aterrizar cuando el personal de cabina detectó que no se había encendido el indicador del tren de aterrizaje, una pequeña luz verde que indica cuando se despliega. Cundió el pánico entre el personal de cabina, que se obsesionó con este pequeño piloto sin darse cuenta que el piloto automático no estaba activado, lo que produjo el fatal accidente. El tren funcionaba, solo se había fundido la pequeña bombilla del piloto, y determinados sesgos cognitivos que caracterizan a la condición humana hizo el resto.
Observar, analizar y separar el grano de la paja
Ser periodista en tu propia vida te ayudará a dejar de enfocarte en todos los detalles menores y buscar el encabezado de la información que te rodea. Reunir los puntos y visualizarlos desde una distancia mayor es una herramienta que te ayudará a unirlos y captar la esencia.
En este sentido, mantener una posición observadora y analizar la información es un requisito clave para conseguirlo.
Las personas no esencialistas escuchan, pero lo hacen mientras se preparan para decir algo. Prestan demasiada atención al ruido, a la voz más fuerte. Escuchan tratando de acapararlo todo y se sienten abrumadas por tanta información. Al lado contrario, las personas esencialistas prestan atención a la señal en medio del ruido, escuchan también lo que no se está diciendo y escanean para encontrar la esencia de la información.
A este respecto, Greg nos propone algunos ejemplos de qué podríamos hacer para entrenar a nuestro Yo Esencialista en medio del ruido que nos acompaña a diario.
En practicar está la clave
Escribir un breve diario es uno de los trucos que nos propone, y darle un vistazo cada 60 o 90 días buscando el encabezado de cada día. Buscar conexiones, captar la esencia desde un nivel más alto donde la repetición de minucias sin importancia puede traducirse en un indicador importante. También nos propone salir a explorar, mirar con nuestros propios ojos para redactar nuestros encabezados personales. Mantener los ojos abiertos en busca de detalles atípicos o poco habituales que puedan crear las diferencias. Y por supuesto analizar, tomar un respiro regular para comprobar si estamos permitiendo que el ruido nos abrume y separando nuestra vista de lo realmente esencial.
¿Qué opinas? ¿Te apuntas al reto de buscar encabezados, la esencia misma de las cosas, en lugar de distraerte con los envoltorios?
En esta serie…
Introducción: Esencialismo
Capítulo 1: El esencialista
Capítulo 2: Elige
Capítulo 3: Distingue
Capítulo 4: Haz concesiones
Capítulo 5: Escápate
Capítulo 6: Mira
Capítulo 7: Juega
Capítulo 8: Duerme
Capítulo 9: Selecciona
Capítulo 10: Aclara
Capítulo 11: Atrévete
Capítulo 12: Líbrate de los compromisos
Capítulo 13: Edita
Capítulo 14: Limita
Capítulo 15: Amortigua
Capítulo 16: Resta
Capítulo 17: Progresa
Capítulo 18: Fluye
Capítulo 19: Concéntrate
Capítulo 20: Sé (La vida esencialista)
Observar y analizar en lugar de esperar el tuno para hablar y escucharnos a nosotros mismos.
Fantástica serie Sergio, con la que cada semana nos haces pensar.
Un abrazo, Laura.
Muchas gracias, Laura.
En este caso, esa «perla» concreta que citas es del autor, y sinceramente también me parece magnífica.
Es todo un privilegio escribir sabiendo que estáis «al otro lado».
Un abrazo fuerte.