Comienzo la entrada pidiendo disculpas por la demora en la publicación de la serie. Una de mis áreas de responsabilidad ha acaparado la mayor parte de mis recursos y necesita en estas fechas de casi toda mi atención. La recolección ha comenzado; es un corto periodo en el que hay que coordinar personas y maquinaria de forma crítica bajo el criterio que marca el punto de madurez óptimo para este fin. Llevamos todo un año trabajando para que llegue este momento, hay que hacerlo perfecto, hay que volcarse con ello y, por qué no, hay que disfrutarlo.
Todo en la vida es equilibrio, y el centro de soporte eres tú. — Suzet
Continuamos pues con la serie desgranando el contenido de las áreas de enfoque o responsabilidad, el último integrante de los niveles tácticos.
Algunas definiciones
No he encontrado una definición “exacta” que haga referencia a las áreas de enfoque o responsabilidad, pero os dejo un par de párrafos extraídos de publicaciones de dos primeros espadas en la materia:
Un área de responsabilidad se centra básicamente en determinados ámbitos importantes de tu vida personal o profesional que precisan de una atención/mantención por tu parte. — Sergio Pantiga
Las áreas de responsabilidad constituye el primer nivel de abstracción verdadero, y uno muy importante. Todo lo que hacemos debe tener un por qué, y al margen de nuestros objetivos, lo primero que influye en nuestras decisiones son nuestras responsabilidades, tanto impuestas como adquiridas de forma voluntaria.
Como padre, tenemos ciertas responsabilidades con nuestra pareja y nuestros hijos. Como hijo, tío, sobrino, primo… también nos debemos a nuestra familia cercana. Como empleado, nos pagan por una o, generalmente, varias funciones. Y desde luego, también tenemos responsabilidades con la persona más importante de todas: nosotros mismos. — Jero Sánchez
Elaboración y profundidad
Cada persona es un mundo, pero todos somos más o menos conscientes de los distintos ámbitos que tiene nuestra vida. La salud, la familia, el trabajo, el hogar, el ocio, las amistades… son algunas de las áreas que podemos tener en común el 99% de los mortales. Se trata de que nos paremos a pensar a un nivel superior sobre nuestras ocupaciones y preocupaciones e intentemos agruparlas bajo un criterio homogéneo que nos sea útil para poder discernir si están en equilibrio o tenemos alguna abandonadilla.
Respecto a la forma práctica de definirlas, no existe una fórmula específica para hacerlo, pero hay modelos que nos ayudan. La rueda de la vida es un buen punto de partida para quien no tenga experiencia en estas lides pero seguro que, a poco que te pongas a ello, descubrirás que se te queda algo corta. Un papel y un bolígrafo, una herramienta de mapas mentales… cualquier cosa sirve.
Casi con total seguridad encontrarás que tienes la necesidad de desglosar con un poco más de detalle las áreas que acabas de definir. Necesitas especificar más, ir de lo general a lo particular, concretar y dividir… es decir, darle profundidad a tu mapa o árbol de áreas.
Llegados a este punto surge la primera cuestión: “¿hasta qué nivel de detalle hay que desarrollar el mapa?” La respuesta es subjetiva. Dependiendo de cada persona y de la situación, necesitaremos mas o menos profundidad.
Utilidad y equilibrio
¿Para qué necesitamos “mapear” nuestras áreas?
En primer lugar para tomar conciencia de la riqueza y complejidad de nuestra vida. No debemos asustarnos ante la multitud de facetas que podemos desarrollar; somos individuos complejos y esta complejidad nos enriquece.
En segundo lugar para evaluar si estas facetas están en equilibrio y, en caso de que no sea así, tomar las determinaciones necesarias para alcanzarlo. Equilibrio no significa igualdad. Algunas áreas nos vienen impuestas mientras otras son elección nuestra, algunas necesitan de más dedicación que otras, algunas son provisionales y otras tienen vocación de permanencia… Las personas cambiamos y nuestro mapa de áreas cambia con nosotros. Una reflexión al contemplar nuestro mapa de áreas nos indicará cómo es nuestra vida en ese momento, y sabremos al instante cuáles de ellas necesitan una mayor atención, en cuáles nos hemos volcado demasiado, cuáles nos gustaría añadir y cuáles erradicar. ¿Cómo hacer ésto? Sencillamente buscando la relación de las mismas con nuestro propósito, visión y objetivos, es decir, buscando la alineación con los niveles superiores de perspectiva.
Una tercera utilidad, al menos para mi, de las áreas de enfoque es el servir de disparador de capturas durante el barrido mental. Personalmente me siento frente a mi mapa con un folio en blanco y voy parándome en cada rama del árbol… ¡al final el folio acaba lleno!
Los Maestros Jedi
Cuando escribí la entrada sobre el propósito, allá por el mes de mayo, hice referencia a los maestros Jedi. Ha llegado el momento de dar cumplida explicación sobre los mismos y la importancia que tienen en el desarrollo de nuestras áreas.
He tenido la fortuna de, cuando he tenido que añadir un área nueva a mi mapa, contar con el apoyo, guía y acompañamiento de alguien experto en la materia, que ha puesto a mi disposición sus conocimientos y experiencias. Este apoyo no tiene precio, y me faltará vida para dar las gracias a todas esas personas que han llegado, y siguen llegando a mi vida para echarme una mano, y casi siempre de forma desinteresada. Cuando me dedicaba a la consultoría de dirección, ahora en el camino de GTD, en mi actual ocupación agrícola, incluso en la faceta espiritual siempre ha habido alguien; unas veces han aparecido ellos solos, otras veces yo me he encargado de buscarlos. Sé proactivo, busca tus maestros Jedi.
Mis áreas, a día de hoy
Llevo mis áreas de responsabilidad en una herramienta para la elaboración de mapas mentales específica para Mac, MindNode. Cada vez que hago un cambio guardo un PDF con la nueva versión, así mantengo un histórico de la evolución de mis áreas en una carpeta de mi archivo.
Por regla general reviso mi mapa de áreas una vez al mes, aunque en el momento que la vida hace cambiar sustancialmente el mapa lo actualizo. Como he comentado anteriormente, también hago uso de él para ayudarme como disparador de capturas en los barridos mentales.
Aquí tenéis mi mapa de áreas de responsabilidad actualizado a principios de septiembre. Ni ha sido siempre así ni, seguramente, lo sea en el futuro, pero esta es mi vida a día de hoy.
Sentado en el tiro de un remolque, a la sombra, escuchando los ruidos de máquinas y personas, pongo el punto y final a esta entrada. Para la siguiente, si todo va bien, estaremos a punto de finalizar la recolección de la aceituna verde. Hablaremos del primero de los niveles operativos, “los proyectos”, ¿me acompañas?
¿Quieres leer más? Continúa con la serie:
– Serie Olivares efectivos (I), Declaración de intenciones
– Serie Olivares efectivos (II), Un poco de historia
– Serie Olivares efectivos (III), El Propósito
– Serie Olivares efectivos (IV), Los Principios
– Serie Olivares efectivos (V), La Visión
– Serie Olivares efectivos (VI), Metas y Objetivos
– Serie Olivares efectivos (VII), Áreas de Responsabilidad
– Serie Olivares efectivos (VIII), Proyectos
– Serie Olivares efectivos (IX), Siguientes Acciones
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