Índice de la serie de post sobre GTD en Todoist:
- Implantación del sistema GTD en Todoist
- La lista de Proyectos
- La lista de Siguientes acciones
- Listas A la espera, lista de Seguimiento y lista Algún día/Tal vez
- Los niveles de perspectiva
- Las revisiones
- La revisión mensual – Áreas de responsabilidad o enfoque
- La revisión trimestral – Metas y Objetivos
- La revisión anual – Visión
Abandonamos el análisis de niveles “tangibles y operativos” y nos adentramos en la revisión de un nivel más “genérico y difuso”; pasamos de lo concreto a algo un poco más abstracto. Una de las maravillas de GTD.
Vamos a ello.
Llevo poco, muy poco tiempo, con el sistema correctamente implantado.
Correctamente significa exclusivamente, que me hace sentir satisfecho, con las cosas bajo control, nada más. Estoy convencido de que mi sistema no pasaría siquiera una auditoría de medio pelo.
Una de las cosas más interesantes de GTD es descubrir el sentido de los niveles superiores: Lo próximo, las Acciones y Proyectos son niveles asequibles, incluso los Objetivos, pero la Visión y los Propósitos son más complicados de integrar en el sistema, están más alejados de nuestro día a día, son más abstractos.
Hace unas semanas, cuando decidí completar las serie de posts sobre cómo implantar desde cero GTD con Todoist, precisamente la tuve que retomar en la parte de “Las Revisiones” y al tiempo ya que para mí eran vacaciones de verano, quise aprovechar y hacer la revisión anual: mi primera revisión anual (nivel Visión).
Aunque tenía ya hechas unas checklist desde las últimas navidades cuando reseteé totalmente mi sistema, GTD es el cuento de nunca acabar. Siempre avanzas, comprendes mejor, unes cosas que creías inconexas… vas completando el puzzle, componiendo el sistema, lo que te lleva a modificar aspectos, a corregir el rumbo, a afinar.
Acerca de GTD leemos, discutimos, planteamos dudas, entre el grupo de Telegram y el grupo de Slack a veces para ayudar o contestar a otros tienes que completar información… Y esto me llevó a releer algunos post y gracias a ellos a descubrir lo poco que aprovechamos las lecturas cuando no comprendemos del todo de qué hablan (vemos palabras conocidas pero no entendemos 100% el contenido, por lo tanto no lo incorporamos).
Una de las cosas que reencontré (y asumí) releyendo acerca de las revisiones de este nivel es de David Torné:
“No hay un checklist de proyectos, ni una revisión de objetivos. Pasamos de un plan más material a un más conceptual.”
Por tanto, deseché aquellas listas y me propuse rehacer completamente esta parte, buscando el enfoque conceptual.
Decidí, pues, plantear mi Revisión Anual siguiendo unas pautas que propuso Jesús Serrano en su blog Enfoque Carnot.
Lo primero, imprescindible, es encontrar tiempo y lugar. Se supone que vamos a hacer un ejercicio de imaginación, de creatividad, de reflexión, que va requerir relajación y ausencia de distracciones.
Lo segundo consiste en pararse en cada una de nuestras ÁREAS DE INTERÉS (ÁREAS de responsabilidad) e imaginarnos que hemos alcanzado un éxito rotundo.
Qué nos haría estar totalmente satisfechos en ese ÁREA DE INTERÉS (laboral, pareja, financiero, hijos, familia, formación, hogar)
Nota: como señala José Miguel Bolívar en su blog, quizá en nuestra cultura encaje mejor “ser felices” o “estar totalmente satisfechos” que “tener éxito” que es más anglosajón.
Ya al principio mencioné que debe ser un momento creativo, tipo “tormenta de ideas”, desinhibido, ya que nuestro objetivo es “ampliar perspectivas y explorar alternativas”.
Vale, pero sin desmadres, es obvio que hay que poner sentido común y como dice José Miguel Bolívar :
“Imaginar por imaginar puede ser muy divertido pero me cuesta entender cómo ayuda a mejorar nuestra efectividad. Para mí, y para otros colegas expertos en efectividad, la visión útil es la que resulta de proyectar el propósito hacia el futuro, a través de nuestras áreas de enfoque y responsabilidad. Dicho de otro modo, se trata de generar un futuro con sentido a partir del presente, describiendo qué tendría que ocurrir en cada una de esas áreas entre las que hoy repartimos nuestra atención para experimentar en cada una de ellas la sensación de profundo bienestar de la que hablaba al principio del post”
¿Entendido?, pues seguimos… estábamos metidos de lleno en la tormenta de ideas
Si en ese instante, conseguimos responder a una serie de cuestiones, del tipo:
- ¿Cómo describes ese estado de satisfacción?
- ¿Qué estás haciendo?
- ¿Cuánto tiempo ha pasado?
- ¿Cómo te sientes?
- ¿Con quién estás?
- ¿Dónde te encuentras?
… las respuestas nos darán una idea clara de QUÉ QUEREMOS en ese área, del resultado que queremos alcanzar, deberá ser nuestra VISIÓN, y siendo coherentes, deberíamos orientar nuestros objetivos (y con ello nuestros proyectos) en esa dirección, es decir CÓMO QUEREMOS alcanzar nuestra VISIÓN.
Colofón “el gran valor de las metas y las visiones no es tanto el futuro que describen como los cambios que generan en el presente” o dicho en frase mañanera con las que gusta despertarnos el Sr Don Manolo Molero:
“El futuro no es un lugar al que te diriges sino aquel que estas creando”
John Sachar
Muchas gracias por compartir esta información tan valiosa. Saludos desde Argentina!