Ya superada la mitad de la segunda parte del libro, esta semana llegamos al capítulo 22 de «Sé más eficaz» de David Allen: Debes pensar más en tus asuntos.
En una breve introducción el autor ya esboza lo que vas a poder leer a lo largo de este texto, advirtiéndote de que cualquier cosa que dejes entrar en tu vida y que no deba permanecer donde está y en el estado que está requerirá que hagas algo al respecto. Y resulta que ese algo que debes hacer no es evidente por el mero hecho de que esa cosa exista. Convertir en evidente qué es lo que puedes hacer para avanzar hacia la solución implica pensar.
Una hora de pensamiento efectivo, preciso, intenso, disciplinado e integrado puede valer un mes de trabajo duro. Pensar es la esencia misma del trabajo y de la vida, pero también lo más difícil de hacer cuando estás inmerso en ellos. Las personas que construyen imperios dedican horas a realizar trabajo mental… mientras otros están de fiesta. Si no eres consciente de estar dedicando el esfuerzo necesario para desarrollar un pensamiento orientado e integrado, si no actúas más allá de tus impulsos y tiendes a adoptar el camino de menos resistencia, estás cediendo a la pereza y ya no controlas tu vida. — David Kekich
Para poder desarrollar nuestro trabajo —y en definitiva, nuestra vida— de forma efectiva necesitamos integrar tres comportamientos que no se dan por sí solos. Y repetirlos hasta que realmente aparezcan de forma automática. Son los siguientes:
- Pensar y tomar decisiones acerca de qué resultado persigues y cuáles son las siguientes acciones que pueden ponerte en marcha hacia él.
- Anotar todos esos resultados y siguientes acciones que te encaminen hacia ellos, si no lo has hecho en el mismo momento de pensarlo. Lo contrario supone una carga cognitiva abrumadora, estrés, posibilidad de olvido, etc.
- Consultar todos esos recordatorios que has anotado, en aquellos momentos en que puedas estar en disposición de hacer algo al respecto. De este modo podrás aprovechar todas tus oportunidades de avance.
El antepasado de cualquier acción es un pensamiento. — Ralph Waldo Emerson
Estos tres comportamientos combinados son clave para un trabajo inteligente, indica Allen, aunque es poco habitual encontrar personas que no pudieran mejorar significativamente su aplicación. En un mundo en que el trabajo a realizar era evidente eran menos necesarios. Pero hoy, ¿crees que tu trabajo es evidente?
Piensa como un hombre de acción, y actúa como un hombre de reflexión. — Henri Bergson
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