El fin de semana del 7 y 8 de septiembre, se celebró en Gijón el curso GTD ® Fundamentals & Implementation Lab.
Fue una edición un tanto especial, ya que sólo se podía asistir por invitación. El curso fue impartido por Sergio Pantiga (quizá os suene), Consultor Artesano, Certified Trainer en GTD y nodo de OPTIMA LAB.
Buen organizador, sin duda, porque el emplazamiento fue un auténtico lujo: el Hotel NH Gijón. Fijaos en la ubicación y cómo Sergio nos ayudaba a educar nuestra fuerza de voluntad para no salir corriendo a tomar un baño en el Cantábrico.
OPTIMA LAB organiza este curso para que abarque 2 jornadas. En este caso la primera, la del sábado fue de 09:30 a 18:30 y la segunda, al día siguiente, de 09:30 a 14:00. Que la segunda jornada sea sólo por la mañana es perfecto porque así podremos utilizar la tarde del domingo para realizar la Revisión Semanal (qué pillines)
Sé que era el “bautismo” de Sergio por lo que, aunque lo disimulaba a la perfección, había sin duda cierto nerviosismo; la perspectiva de hablar durante 10 horas (o lo que sea) ante 16-17 personas, ser ameno, mantener el interés pero transmitir los conceptos, responder dudas (algunas sobre el sentido de la vida), que la parte técnica (proyector, audio) esté cuando se le requiera… Pero creo que esa sensación le duró unos segundos. En cuánto llegaron todos los asistentes y aquello echó a andar, percibimos al instante que estaba todo controlado.
Creo recordar que éramos 17 asistentes además del formador. 12 chicas, mujeres, señoras. Coaches, ingenieras, psicólogas, gestoras de recursos humanos, de este lado del charco, del otro lado del charco… un origen variopinto, una formación variopinta… con un interés común, que explicaré en breve, en cuanto me meta a relatar el desarrollo del curso.
Al llegar nos encontramos con una mesa en U. Las sillas colocadas dónde nos deberíamos sentar cada uno y sobre la mesa en cada puesto una original cartera de rejilla dentro de la que se adivinaban muchos “regalinos”, pero que nadie osó abrir, casi ni tocar.
El primer paso, las presentaciones, consistió en escribir nuestro nombre en un papel “ad hoc” que convenientemente doblado y colocado en nuestro puesto, facilitaba que fuésemos correctamente identificados.
Ahí estábamos, tímidas/os, asertivas/os, caóticas/os… esos letreros como “test proyectivo” no tienen precio. Mucha disparidad.
Justo a continuación cada uno explicó qué hacía o a qué se dedicaba. Además de las distintas ocupaciones, unas/os se centraban más en el aspecto formal (descriptivo) de lo que hacían mientras otras/os hacían un relato más enfocado a logros (emotivo). Mucha disparidad.
Remató Sergio con la tercera cuestión ¿qué crees que GTD te puede aportar? Y ahí hubo coincidencia 100%, aunque cada uno lo expresase a su manera. Reducir el estrés y que el tiempo cunda más. Coincidencia total.
Ya éramos una “comunidad”. Por muy distintos que fuésemos, había un objetivo común. Nos sentíamos cómplices unos de otros, teníamos un enemigo a batir. Y así arrancó el curso, rallando la euforia (euforia contenida, no tanta como para crear falsas expectativas y luego frustración). Bravo Sergio. Primera victoria.
De hecho, me parece un gran acierto por parte de OPTIMA LAB empezar por una de esas presentaciones del estilo “tienes un problema que es éste y nosotros lo sabemos y vamos a ayudarte y darte las herramientas para que lo soluciones”.
Creo sinceramente que una introducción bien hecha, como fue el caso, predispone a que pongas los cinco sentidos en lo que va a pasar a continuación, y efectivamente se notó desde el principio. Máxima atención por parte de todos. Preguntas interesantes. Bravo Sergio, segunda victoria.
Si no recuerdo mal, en ese momento se nos pidió que abriésemos la cartera de materiales y empezamos la faena.
Enhorabuena a quién diseña y selecciona los materiales que se nos facilitaron porque además de muy buena calidad, el diseño, colores, tipografía y demás me parecieron excelentes.
La cartera, además del libro de David Allen “Organízate con Eficacia” en español, contenía Guías Metodológicas (para dominar el flujo de trabajo), un Cuaderno del Curso, una Guía de instalación… un lujazo, contenido de altísimo valor.
El curso no lo voy a desgranar obviamente, pero puedo asegurar que satisface completamente lo que se espera de un curso de una iniciación seria a GTD. Os dejo una captura del “temario” para que os hagáis una idea.
El curso fue dinámico, con numerosas intervenciones prácticamente de todo los asistentes, siempre bien respondidas por Sergio. No se hace pesado, a pesar de ser un día y medio, en tiendo que (1) porque hay buena organización con pausas para un refrigerio y algo de socialización, (2) porque quién asiste a un curso de este tipo tiene interés en el contenido y (3) porque quién hacía de anfitrión se ocupó con solvencia de que aquello fuese viento en popa.
Mención especial merece la excelente comida de picoteo, en un patio al aire libre tal y como requería el espléndido día. Algunas personas comieron con agua, los demás ya empezamos a socializar a lo grande, lo que nos permitió afrontar la tarde con más atención si cabe que en la jornada matinal.
La segunda jornada es eminentemente práctica y se dedica a implementar, en papel, los mimbres de un sistema GTD®.
Ya el día anterior, en parejas, hicimos un ejercicio con el objetivo de identificar proyectos y establecer la “siguiente acción” en su contexto.
Intentan que apliquemos los conocimientos impartidos el día anterior y así fijarlos y darle orientación práctica al sistema; puede parecer muy obvio, pero yo que estuve allí, comprobé cómo a muchos de los asistentes se les iluminaba la cara al comprobar cómo se podía poner en práctica , por escrito, de manera muy sencilla, aquellas ideas difusas que les rondaba la cabeza.
Quiero darle la enhorabuena al equipo de OPTIMA LAB por el magistral curso que han montado.
Quiero agradecer a Sergio la deferencia por haberme invitado y valorar el esfuerzo que supongo le costó montar este curso siendo novel.
Te aseguro que mereció la pena, fue un éxito absoluto. Sergio tercera victoria.
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PD. Humor GTD
Tras la jornada de sábado y la media jornada de domingo, en la despedida me dice el anfitrión “buen fin de semana, descansa lo poco que queda”…
“No sé… aún me queda la Revisión Semanal” (y era verdad).
Hasta pronto.
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