Hemos llegado en este cuarto capítulo del libro de Allen a un asunto que curiosamente está de actualidad, ya que muy recientemente el autor ha publicado otro artículo tratando este mismo tema. Sin la parte de perspectiva que nos brinda su metodología, la parte de control se queda «coja». Tal como también tratamos en nuestro episodio 24 del podcast, la destreza al volante no servirá de nada en una carrera si no tienes claro dónde se encuentra tu destino.
En el episodio que he citado, conversamos sobre los niveles de perspectiva y llegamos a concluir que los niveles más altos deben condicionar los más bajos, de tal forma que tus propósitos, metas y objetivos guíen lo que haces hoy (tus acciones) y tus objetivos a corto plazo (proyectos), y que de ese modo todo el sistema trabaje en la dirección adecuada para llevarte al punto al que has decidido que quieres llegar.
Sin embargo, no indicimos en que la relación entre las partes de perspectiva y control en la metodología no es un camino de un único sentido; se complementan una a otra, la relación es de doble sentido.
Mientras la perspectiva nos aporta herramientas que nos ayudan a definir y elegir en la parte de control, la parte de control sienta las bases para definir adecuadamente nuestros niveles de perspectiva.

La influencia del control sobre la perspectiva es lo que Allen viene a contarnos en este capítulo; no olvidemos que en esta primera parte del libro se centra fundamentalmente en la parte de control.
Allen utiliza para esto un ejemplo bastante claro, precisamente el de un mapa.
Si dispones de un mapa, puedes definir sobre el mismo a dónde quieres llegar, y a partir de ese dato trazar un camino que será tu guía para llegar a ese destino (la perspectiva establece pautas). Pero… ¿Y si no sabes donde estás ahora mismo en ese mapa? Dificilmente sabrás hacia donde dirigirte para alcanzar tu destino, por mucho que lo hayas remarcado sobre el mapa. Por esto, es requisito imprescindible situarte en el mapa.
En el plano de GTD®, harás esto identificando todos tus frentes abiertos actualmente, tu situación actual será tu punto de partida en el mapa (el control sienta las bases para el avance).
En definitiva, tan importante es saber donde te encuentras ahora mismo, como saber a dónde debes dirigirte.
Sin un inventario completo de tu trabajo actual, no dispondrás de tu punto de partida y por tanto no podrás avanzar de la forma adecuada.
Como al final de cada uno de los capítulos de este libro, D. Allen nos plantea unas preguntas para estimular nuestra reflexión y que apliquemos el contenido que acabamos de leer a nuestras situaciones particulares.
En el caso de este capítulo, las cuestiones que formula son:
– ¿Cuál es tu situación real ahora mismo? ¿Serviría de algo incluir a otras personas en tu vida y trabajar en alguno de estos asuntos ahora mismo?
– En relación con algo que consideres un problema ahora mismo, ¿cuáles son los datos concretos que te hacen considerarlo un problema? ¿Puedes ver de otro modo esta información?
¿Te animas a compartir públicamente tus impresiones sobre estos temas? Como ayuda para arrancar, te recomiendo esta lectura (muy) relacionada con la segunda de las cuestiones: http://www.optimainfinito.com/2018/06/gtd-no-hay-problemas-solo-hay-proyectos.html