Una semana más avanzamos hacia la cuarta parte de la obra «Sé más eficaz» de David Allen. Aún quedan unos cuantos capítulos de la tercera, y este viernes vamos a sumergirnos en el 33: La función sigue a la forma.
Lanza tu corazón por encima de la valla, y el resto irá detrás. — Norman Vincent Peale
Este capítulo es otro de esos que merecen una reflexión. Al leerlo de primeras, te ocurrirá algo que seguro que has experimentado al enfrentarte a muchos textos de Allen: parece obvio, nada nuevo. Esa sensación facilita pasar página, y a otra cosa.
Mi consejo siempre que te ocurra esto al leer a este autor, es que vuelvas página —o páginas— atrás, y te enfrentes de nuevo a ese texto. Si es en otro momento, mejor. Y cuando te enfrentes a ese texto de nuevo, hazlo con la idea de que te has perdido algo importante y tu misión es localizarlo.
El hombre no es producto de las circunstancias. Las circunstancias son producto de los hombres. — Benjamin Disraeli
Lo que este par de páginas encierra, si les das la oportunidad, es la cura a uno de los grandes males que un gran porcentaje de personas se causan a sí mismas en el mundo moderno. Es una invitación a reflexionar acerca de la vida más allá de la inercia cotidiana que, aunque necesaria en muchos aspectos, consume tu vida manteniéndote lejos de aquello a lo que realmente aspiras.
En apenas cinco o seis párrafos Allen te invita a tomar consciencia sobre la necesidad de dirección e iniciativa. Sobre la necesidad de pensar en qué quieres y la de proactivamente hacer algo para tenerlo presente, evitando que caiga en la comodidad del olvido.
Y, por supuesto, de tomar la iniciativa y hacer algo al respecto. Pensar, recordar, y mover. Sin movimiento, nada de lo anterior se traduce en un valor real para ti.
La vida es una serie de locuras inspiradas. Lo difícil es encontrarlas. Nunca dejes pasar una oportunidad, no aparecen todos los días. — George Bernard Shaw
En esta ocasión, te he adelantado poco del contenido explícito del capítulo. No te lo pierdas, realmente merece la pena leerlo (y reflexionarlo).
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