Las personas están solas porque construyen muros en lugar de puentes. — W. E. Channing
Una semana más avanzando en la obra «Sé más eficaz» de David Allen. En esta ocasión, nos adentramos en el capítulo 30 de la tercera parte del libro: La capacidad de respuesta mejora la viabilidad.
El título del capítulo es bastante descriptivo, pero por si aún albergas dudas, Allen lo desarrolla en la ya típica introducción que precede a cada capítulo. Básicamente, ser capaz de mantener una posición receptiva frente a las nuevas entradas y, al mismo tiempo, de adaptarte al cambio que generan, ayuda a mejorar muy notablemente tu capacidad de respuesta y con ella los resultados que obtienes.
Benditos los flexibles, porque no se torcerán. — Dr. Michael McGriffy
El autor comienza el capítulo exponiéndote el extremo opuesto. La droga del desorden, la necesidad que se nutre de la necesidad que ha nacido de la necesidad que no se sabe dónde ha tenido su origen. El movimiento que genera más movimiento aunque desconozcas a dónde te lleva. La comodidad de lo habitual solamente porque lo es.
Si nuestro entorno de trabajo resulta fácilmente comprensible, incluso para los extraños… también vuelve más fácil recibir consejos de todos. — Kio Suzaki
Desengancharse del desorden, de la ocupación sin sentido, de la mala gestión, de la desinformación o del colapso protector que ya no permite la entrada de nada nuevo no es fácil. No lo es porque desengancharse jamás lo es, de nada. El hábito mantiene una rueda girando por defecto, y detenerla para ponerla a girar en sentido contrario requiere de un (gran esfuerzo).
El problema no es nunca cómo lograr que surjan en tu mente pensamientos nuevos e innovadores, sino cómo expulsar de ella a los viejos. Cualquier mente es un edificio lleno de mobiliario arcaico. Limpia aunque solo sea un rincón de tu mente y la creatividad volverá a llenarlo al instante. — Dee Hock
La buena noticia es que tanto cuesta desprenderse de un mal hábito como cuesta desprenderse de uno bueno. Una vez haces el esfuerzo inicial y pones a la rueda a girar en el sentido que realmente te beneficia, mantenerla girando será la opción más sencilla, económica, y que mejores resultados puede brindarte. Cuando comprendes e integras esto en tu vida, las fricciones comienzan a suavizarse. Y cuando muchas personas lo hacen, cada parte del conjunto deja de repelerse con otras. Las personas receptivas y con capacidad de adaptación son puentes, no muros.
Imagen de David Mark en Pixabay
Deja una respuesta