Una semana más avanzamos en el conocimiento sobre principios productivos universales tomando como ejemplo GTD® a través del libro «Sé más eficaz» de David Allen. Esta semana nos centramos en el capítulo 17 de la segunda parte de la obra, que lleva por título La energía sigue al pensamiento.
Busca primero lo que hay de bueno en la mente, y lo demás o bien saldrá solo o bien su falta no se notará. — Francis Bacon
En este capítulo, Allen expone como hacer consciente un pensamiento o deseo y volver a él pone un enorme poder en nuestras manos. No es lo mismo tener un pensamiento, idea o deseo que centrar proactivamente nuestra mente sobre el mismo. Hacerlo pone en movimiento nuestra mente y cuerpo; pensamiento llama a pensamiento y movimiento llama a movimiento.
Domina tu mente o ella te dominará a ti. — Horacio
Esto cobra vital importancia cuando tenemos en cuenta que el ser humano es un animal perezoso y disperso por naturaleza. Quieres lograr muchas cosas, quieres llegar a muchos lugares, quieres avanzar en muchos frentes. Pero la disciplina necesaria para hacerlo y la capacidad de mantener tu enfoque en ello de forma continuada en el tiempo (el necesario para lograr y llegar) no ocurren sin más.
Hemos luchado tanto contra la pequeñeces que nos hemos vuelto pequeños nosotros también. — Eugene O’Neill
Por este motivo es tan importante desarrollar estrategias que te ayuden a centrar tu atención en aquello que dices que te importa, aprovechar tus momentos de lucidez para darte instrucciones que te pongan en el buen camino. Como cuando dejas algo a la puerta de tu casa para no olvidarlo cuando salgas.
Tu mente funciona igual. Es necesario poner las cosas que realmente quieres conseguir a las puertas de tu mente para verlas una y otra vez. Para no olvidar qué es eso que quieres y para facilitar el pensamiento sobre ello una y otra vez. Ideas llaman a ideas y, de nuevo, movimiento llama a movimiento.
Hazte consciente de las experiencias internas, subjetivas e infraverbales, para poder llevar todas esas experiencias al mundo de la abstracción, de la conversación, de la conceptualización, etc., y el resultado será que inmediatamente podrás ejercer cierto grado de control sobre todos esos procesos hasta entonces inconscientes e incontrolables. — Abraham Maslow
Adoptar esta estrategia, llevar a cabo este ejercicio de forma consciente y poner a las puertas de tu mente todo aquello donde realmente querrías que algo ocurra, es el mejor modo de facilitar que lo haga. A partir de ahí, tu atención y tu intuición se pondrán en marcha y las cosas comenzarán a ocurrir. Si quieres lograr y quieres llegar, es necesario llamar a las puertas de tu mente de forma constante. Como dice Allen, la energía sigue al pensamiento.
Imagen de Gerd Altmann en Pixabay
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