En el análisis del anterior capítulo del libro, el quinto, no había «mucha tela que cortar». Allen nos dejaba un breve relato del que podían extraerse los pilares básicos de la parte de control de la metodología GTD®, pero era tan directo que no supe encontrar miga para el debate, o para la opinión. Mi reacción tras leerlo, más que tener el atrevimiento de cuestionar algo o de ampliar lo que se dejó en el tintero, fue un «¡Amén!» y punto.
El capítulo sexto es… otra cosa. Sobre este me gustaría «charlar» durante horas. No es que no esté de acuerdo con todo lo que expresa Allen, es que por alusiones directas o indirectas se trata una amplia diversidad de temas que me fascina.
Este capítulo lleva por nombre «Tener dos compromisos distintos en la mente lleva al estrés y al fracaso». Aunque pueda parecer evidente, yo añadiría «(o más)» detrás de la palabra compromisos.
Y si este escrito hubiera sido pensado en exclusiva para el mercado hispanohablante, no se me hubiera ocurrido mejor título que «Hay que aprender a caminar, antes de poder correr», o «volar», o cualquier analogía similar, que hay muchas.

De lo que Allen nos habla en este capítulo, de un modo resumido, es del porqué algunas personas piensan que la metodología GTD® es más «reactiva» que otras que ponen un énfasis marcado inicialmente en factores como la prioridad. Y también nos habla del porqué, bajo su punto de vista, eso no es del todo cierto.
Lo que viene a tratar de explicarnos a través de las apenas tres páginas y media de este escrito es precisamente ese «hay que aprender a caminar, antes de comenzar a correr» que he propuesto unas líneas más arriba.
En este ejemplo que nos ocupa, la parte de Control (cinco pasos) de la metodología GTD® será nuestro caminar. Ganar control a través del flujo que GTD® nos propone será el modo en que nos moveremos con confianza en reactividad, pero será además la llave para poder integrar con éxito la parte de Perspectiva (niveles) en nuestro sistema, la cual juega un papel clave en el plano proactivo.
Por tanto, tenemos dos partes diferenciadas en la metodología, Control y Perspectiva, que nos ayudan a movernos con soltura en los mundos reactivo y proactivo respectivamente, y que cuando juegan juntas y se entrelazan como un todo, nos aportan visiones claras a cualquiera de los niveles de nuestra vida.
Llegando a dominarlas, adquiriremos visión estratégica tanto al nivel de las pequeñas cosas cotidianas (reactividad), como a niveles más altos en donde podremos integrar el futuro que deseamos en lo que deberíamos hacer hoy para avanzar hacia allí (proactividad), así como a niveles intermedios.
Es lógico pensar por tanto, que aquellas personas que entienden la metodología GTD® como un método reactivo es porque no conocen o no han llegado a integrar plenamente la parte de Perspectiva.
No es extraño, yo lo entiendo como una zona de paso obligatoria. Dice Allen que «para poner en marcha y acceder de forma más fácil y efectiva al proceso creativo necesario para pensar una nueva realidad, es preciso liberar la RAM psíquica».
¿Qué quiere decir con esto? Pues mi interpretación es que Allen quiere decirnos que hasta que no tengamos un control sobre nuestros temas cotidianos, hasta que no dominemos el flujo para tener todo fuera de nuestra mente, no estaremos totalmente listos para afrontar el proceso creativo de «pensar más allá» y poder definir con facilidad y franqueza nuestros niveles superiores.
Es decir, necesitamos liberar RAM en nuestra mente para pensar con claridad y creatividad.
Ligado a esto, es sumamente importante abordar un tema decisivo en lo que se refiere a la proactividad.
Ser una persona proactiva frente a los asuntos que se consideran importantes, requiere de definir en primer lugar qué es aquello que catalogamos como importante. Como Allen indica (muy acertadamente bajo mi punto de vista), muchas personas tachan de importante «lo que ha llegado al nivel de urgencia o inmediatez». Esto, en realidad, no es importante; es urgente porque no se le ha prestado atención en el momento que la requería, y ha estallado o está al borde de hacerlo. Estas personas confunden estos conceptos, en parte, porque tienen su RAM al borde del colapso y no disponen de herramientas de calidad para ser realmente creativas. Sin las herramientas y sin identificar adecuadamente a qué quieres anticiparte, las probabilidades de éxito son nulas.
Yo creo que este es precisamente el motivo de que la parte de Perspectiva que describe la metodología se le atragante a tantas y tantas personas. Les cuesta enfrentar los niveles que se encuentran más allá de su realidad actual; es decir, los que están por encima de sus áreas de responsabilidad.
Esto se produce en parte porque aún no tienen un cierto dominio o control sobre sus asuntos actuales, y como dice Allen, «si no has aprendido a dominar la hoja suelta en tu escritorio o los correos electrónicos en tu ordenador, te sigue faltando un elemento básico para cualquier clase de manifestación».
Utilizando otra analogía que le gusta al Sr. Allen, podrás estar en el suelo y ver los árboles, y podrás elevarte y ver el bosque. Pero cada una de estas visiones debe entrenarse y, aunque podrás saltar con facilidad de una a otra cuando las domines, debes comenzar por controlar su situación actual en el suelo.
De este capítulo del libro extraemos varias conclusiones que particularmente me parecen interesantísimas.
- La metodología GTD® no se reduce a reactividad, ni tampoco a proactividad. Aporta las herramientas para que ambas jueguen juntas, cada una a su nivel, formando un todo y anteponiendo una u otra en función a la Perspectiva desde la que mires.
- Antes de trabajar tu Perspectiva, debes controlar tu situación actual. Es difícil tejer a futuro cuando no sabes dónde te encuentras actualmente.
- Cuando tengas tu presente bajo un cierto Control, podrás comenzar a trabajar tu Perspectiva. Ten en cuenta además que tu soltura a la hora de subir y bajar en niveles de Perspectiva será una herramienta sumamente poderosa. Hacerlo con regularidad te garantizará poder recalibrar tu camino, ya que tus niveles superiores madurarán contigo. No se trata de fines estáticos.
Con esto hemos llegado al fin de este capítulo. Sería estupendo conocer tu opinión, anímate a dejarnos un comentario debajo de estas líneas o a través de nuestra comunidad en Slack.
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