En este tercer capítulo del libro «Sé más eficaz» de David Allen abrimos el cajón de un tema de los que, a mí personalmente, más me cuesta equilibrar en la operativa práctica de mi día a día. Volveremos sobre ello.
En la introducción, Allen vuelve sobre algo que ya viene tratando de modo más directo o indirecto desde el inicio de la obra; debes tener un inventario actualizado de tu trabajo actual. Si ese inventario, no podrás saber realmente lo que no puedes hacer, pero disponer de el te ayudará a discriminar y tomar decisión sobre qué hacer, qué no hacer, o a qué decir sí o decir no.

El capítulo entra ya en materia de un modo contundente; se inicia del siguiente modo:
Hay una pregunta que surge de modo recurrente en mi actividad de formar a las personas en el arte marcial del trabajo: ¿cuál es el término medio ideal entre la libertad y la estructura? ¿A partir de qué punto comienza a ser excesiva la organización o el control? ¿Cuándo se convierte la construcción en una constricción? – David Allen
Con tan solo este pequeño párrafo, una persona podría estar pensando durante semanas, o meses, o como es mi caso, años.
Qué difícil se hace para nosotros buscar este equilibrio. En mi caso, quizá por el hecho de haber sido siempre una persona ordenada en exceso (lo cual no es algo bueno, en contra de lo que han querido enseñarnos siempre) mi «yo primitivo» me lleva a sobre-estructurar, sobre-ordenar, sobre-controlar, y es algo con lo que debo luchar permanentemente.
Esto podría ocurrirte también; ¿Qué estructura has creado en tu gestor de listas, en tu archivo en la nube o en tu gestor de correo electrónico? ¿Tienes multitud de carpetas, contemplando cualquier posible, algunas incluso vacías? Mucha estructura requiere de mucho mantenimiento, y es limitante en nuestras vidas. ¿Cuándo ha sido la última vez que has apartado tu vista de todas esa «estructura perfecta» y has tratado de mirar un poco más allá? Probablemente nunca, porque eso implica perder la posición en tu zona de orden.
A la contra nos encontramos el problema inverso; ¿No has querido complicarte y usas una lista única? ¿O mantienes tu archivo con todo mezclado en un único directorio? ¿La libertad y flexibilidad son fines en sí mismos para ti? Si es así, maldecirás cada vez que recibes un nuevo input, un nuevo correo electrónico o llamada, una nueva interrupción para pedirte algo. Desearás que todo ello no exista para no tener que enfrentarte a tu realidad desestructurada y descontrolada.
Según Allen, todos tenemos algo de ambos extremos. Ninguno de ellos es bueno y debemos encontrar el equilibrio entre ambos mundos, pero ¿Dónde está ese equilibrio?
Pues una vez más nos toca oír esa respuesta que da lugar a muchas más preguntas. Depende. No está en el mismo lugar para ti que para mi, así que no tenemos una respuesta universal que nos ahorre el trabajo de buscarlo por nosotros mismos.
Sin embargo, lo que Allen pone en nuestras manos a través del resto del capítulo es información valiosa para comenzar. Nos introduce las herramientas que debemos utilizar para descubrir nuestro equilibrio, la concentración y la cooperación. Como muestra, nos pone el ejemplo de un deportista de élite, que sumido en un estado de concentración es capaz de prestar atención a su entorno para adaptarse al mismo.
Por tanto, Allen nos indica que desarrollar o mejorar nuestras capacidades para concentrarnos en lo que hacemos, al tiempo que ser receptivos a la realidad que nos rodea, nos aportan las claves necesarias para encontrar el equilibrio entre libertad y estructura, de modo que podamos maximizar nuestra efectividad.
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