¿Te gustaría poder viajar en el tiempo con el DeLorean y alterar el curso de los acontecimientos, como hacen Marty McFly y Doc (Dr. Emmet Brown) en la película Regreso Al Futuro? (¿Quieres música para amenizar tu lectura?)
Para bien o para mal, por el momento no tenemos la capacidad de cambiar los hechos que ya han sucedido. Volver a ellos sería equivalente a moverse dentro de lo que Stephen Covey denomina círculo de preocupación. Como suele decirse, lo hecho, hecho está. La buena noticia, sin embargo, es que hay algo que, aun habiéndose producido en el pasado, todavía estamos a tiempo de cambiar. Las decisiones tomadas sobre nuestros asuntos pendientes.
Te propongo un viaje en DeLorean
Imagina que, como los protagonistas de la película, te montas en el DeLorean DMC 12 adaptado. Conectas el condensador de fluzo y lo pones rumbo a los asuntos sobre los que en el pasado (hace un día, una semana, un mes o más) decidiste que debías o necesitabas hacer algo y que todavía siguen pendientes, anotados en tu sistema de organización. Una vez ahí y ya revisados todos uno a uno, te pones de nuevo al volante del DeLorean y esta vez lo diriges de regreso hacia el futuro, es decir, al momento actual.
Cuando llegas, analizas si se ha producido algún cambio, bien en la situación de esos incompletos, o en lo que significan para ti, que afecte a la decisión que en el pasado tomaste sobre ellos. Si es ese el caso, en ese momento tienes la posibilidad de cambiar esa decisión, alterando así un acto que realizaste en el pasado y esa modificación trascenderá en tu situación actual y futura.
Una aventura muy real
Aunque la aventura que te he propuesto esté trufada de elementos de ciencia ficción, el proceso descrito no es más que la aplicación del paso que en la metodología GTD se denomina Reflexionar. Éste se basa en la adopción de un principio proactivo básico: el hábito de la revisión periódica del sistema con el fin de mantenerlo actualizado. Así, en relación a las listas de recordatorios, consiste en dar un paso atrás. Tomar perspectiva para ser capaz de responder, entre otras, a las siguientes preguntas:
El resultado que esperabas alcanzar, ¿Sigue siendo el mismo? ¿Y los medios para alcanzarlo, todavía están todos a tu alcance o hay alguno que necesitas cambiar? ¿Tiene aún sentido aquella acción o aquel proyecto? ¿Siguen estando alineados con la situación actual de tu vida? ¿La proximidad de un hito en el calendario propicia avanzar en un proyecto e incubar otro?
¿Para qué?
Uno de los objetivos que debes perseguir mediante este proceso de reflexión es que el 100% de tus asuntos estén en tu sistema y no en tu mente. Asimismo, debes tratar de seguir avanzando en tus proyectos, detectando posibles obstáculos y desechando programaciones obsoletas. Se trata de lograr disponer de un sistema lo más completo posible para que genere confianza y, a su vez, motivación para seguir manteniéndolo. Por el contrario, un sistema sin revisar y no actualizado te generará más estrés.
¿Cuándo fue la última vez que revisaste tu sistema? ¿Te apetece dar un paseo en el DeLorean?
Imagen de Dave Tavres en Pixabay.
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